Según consta ante las autoridades, el domingo 30 de agosto, en la casa ubicada en la compañía Itá Potrero del Km 40 de Itá, ella le pilló con otra.

“Yo también pues tengo la llave y ahí les encontré en la cama”, relató la mujer. Muy confundida y nerviosa, antes de pedir explicaciones de la traición, el hombre ya le agarró del cuello y le apretó por la pared intentando ahorcarla, también le golpeó en el rostro.

Todo el tiempo intentó asfixiarla. Le llenó de moretones en los dedos, frente a la indiferente mirada de la amante.

“Ella veía lo que me estaba haciendo y no hizo nada, no me defendió. Me seguía maltratando contra el piso”, dijo la víctima.

Con las fuerzas que le quedaban tras una intensa lucha para librase de las manos de su agresor, hizo un último intento y logró zafar.

“Le pedía por favor que me dejara, pero no lo hacía. De suerte, logré correr hacia la calle”, lamentó la denunciante.

Vivian tenía una relación con el suboficial desde hacía dos años, no era la primera vez que la golpeaba brutalmente.

“Es la tercera vez. Siempre me amenazaba que si yo le denunciaba, me iba a matar”, indicó la mujer.

En la última ocasión, el agente le volvió a advertir. “Hasta quiso que le mienta a la doctora para mi diagnóstico médico. Que diga que solo me golpeé. Siempre bajo amenaza: que va a hundirme, que me va a hacer desaparecer”, expresó la víctima.

La joven pide seguridad para ella y su familia ante la Justicia, ya que teme por su vida. Actualmente está resguardada y no sale de la casa.

Suboficial ya está imputado por la Fiscalía
Daysi Sánchez, fiscala de Itá, imputó al agente policial Rodrigo Ariel Cardozo (29) por violencia familiar.

La representante del Ministerio Público se encuentra realizando todas las diligencias, además solicitó que sea declarado en rebeldía por el Juzgado.

Cardozo presta servicios en la Comisaría 16 Metropolitana. Desde el día de la agresión no se presentó en su lugar de trabajo. Hasta el momento no se logró ubicar el escondite del uniformado.

Dos años por violencia familiar
Lorenzo Fernández no puede acercarse a su expareja, no podrá salir de la casa pasadas las 20:00 durante tres años, luego de ser condenado a dos años de prisión por violencia familiar, pero con suspensión de pruebas, es decir, no pisará la cárcel. El caso fue denunciado en 2015 ante la Fiscalía de Santa Rita.

La víctima dijo que desde hacía varios años el hombre la maltrataba y la insultaba a diario, mientras vivían en San Cristóbal (Alto Paraná).

La situación se volvía cada vez más violenta y no tuvo más remedio que huir al Brasil por miedo, ya que seguía recibiendo ofensas por redes sociales pese a terminar la relación, según declaró la mujer desde el vecino país por medio de videollamada.