El pedido de informes, requerido por el diputado de Alto Paraná Jorge Brítez (ex Cruzada Nacional) y aprobado por el pleno de la Cámara Baja, pretendía que el Ministerio del Interior el detalle la cantidad de combustible asignado mensualmente a cada comisaría o puesto policial del país. Brítez dijo que la intención era saber si los G. 1.500.000 reciben por comisaría o patrullera por mes.

El jefe de la División Combustible de la Policía Nacional, César Hermosilla, responde a nivel general y señala que la cantidad de combustible asignado mensualmente a cada vehículo automotor a cargo de las direcciones generales, direcciones, departamentos, agrupaciones, comisarías, subcomisarías y puestos policiales se determina según el tipo de vehículo.

Por ejemplo, expresa que para camiones y ómnibus se fija un monto mensual de G. 2 millones, para camionetas de entre G. 1.500.000 a 3.000.000, para automóviles G. 1.000.000, motos escolta G. 2.000.000, motos G. 400.000, motos lince G. 600.000, embarcación G. 800.000, generador G. 1.000.000, desmalezadora G. 200.000, motobomba portátil G. 200.000, aviación G. 80.000.000, servicios extraordinarios G. 700.000.000 y gas distribuido a distintas dependencias G. 92.000.000.

También se solicitó especificar el monto total que representa dicho combustible en el presupuesto de la Policía Nacional. Esta institución responde que según el proyecto de ley de presupuesto para el ejercicio 2020, está previsto un monto de G. 49.171.000.000 para las actividades de prevención de hechos punibles de la Policía Nacional.

La Policía agrega que la distribución del combustible se hace de acuerdo al tipo de vehículo que será desplazado: por vía terrestre, aérea, fluvial y también para artefactos de uso institucional que utilizan combustible tipo diésel, nafta o gas. También de acuerdo al consumo de los motores de propulsión de cada tipo de vehículo y motores por km/hora de trabajo.

Mencionan que los montos extraordinarios de G. 700 millones sirven para cubrir planes de operaciones como manifestaciones, desalojos, traslados de detenidos, acompañamiento de vehículos transportadores de caudales. Afirman que el presupuesto de combustible asignado a la Policía es insuficiente, considerando la cantidad de vehículos y la sobrecarga de trabajo, que demanda la actividad.