La mañana de este viernes el pleno de la Junta Municipal de Pedro Juan Caballero sesionó en forma extraordinaria con la finalidad de analizar el desubicado proyecto de ley- uno más – elaborado por el senador pedrojuanino Abel “Chiquito” González de declarar al departamento de Amambay en “estado de excepción”. Dicho proyecto ya fue presentado ante la Comisión Permanente del Congreso por el senador Blas Llano.

En representación del legislativomunicipal pedrojuanino, el abogado Ivo Lezcano Paredes señaló a la 570AM radio Amambay que finalmente se decidió en forma unánime rechazar dicho proyecto y que de inmediato estarán encaminando por escrito su decisión fundamentada a la presidencia de la Comisión Permanente del Congreso al respecto de la postura adoptada.

Explicó además  que el estado de excepción, que deja sin efecto todas las garantías constitucionales de los ciudadanos, no va a resolver nada, ya que tanto los organismos de seguridad, el Ministerio Público y el propio Poder Judicial seguiran trabajando de la misma forma y que los únicos perjudicados serán los ciudadanos trabajadores que nada tienen que ver con las graves falencias y la corrupción en los organismos del Estado que facilitaron la fuga de 76 reclusos el pasado domingo de la penitenciaría regional.

Dijo además que lo que se pretende implantar con ese proyecto es instalar regionalmente una herramienta constitucional creada para estados de conmoción interna a nivel país, cosa que no ocurre en nuestra comunidad.

De aprobarse este despropósito la ciudadanía de Pedro Juan Caballero, Zanja Pytá, Bella Vista, Karapa’i y Capitán Bado se verá expuesta a que los organismos de seguridad (Policia Nacional FTC, Ejército) ingresen y atropellen cualquier vivienda, a cualquier hora y sin orden judicial por simples sospechas o por denuncias malintencionadas que puedan hacerse, buscando perjudicar a personas o institucuiones.

Recordó también los efectos nefastos que causará en el aspecto económico para las cinco ciudades, especialmente, en lo que hace en el flujo de brasileños que llegan para hacer sus compras o para los miles de estudiantes que acuden a las distintas universidades de nuestro medio que, sí o sí, por su condición de extranjeros, indefectiblemente serán molestados y perseguidos, como ya es costumbre y en este caso con más razón.