En agosto la bajante del río Paraguay registró un número histórico, alcanzando -0,71 metros, apenas 4 centímetros debajo del mínimo de -0,75 metros, el valor más bajo en 121 años. Ayer alcanzó -1,30 en el Puerto de Asunción, 6 centímetros menos que el día anterior, según los últimos reportes y esto enciende las alarmas sobre una posible crisis de agua.
Desde la Dirección de Recursos Hídricos del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) explican que por la sequía prolongada y el aumento de la demanda de agua, los acuíferos tienden a bajar sus niveles de cargas y tener un impacto en el abastecimiento en el corto plazo
“La bajante tiene un impacto negativo en diversos contextos, como el de la navegación fluvial, que es clave para nuestra economía”, aportó Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit). En 2023, Pasten mencionó que hubo un movimiento de USD 6.000 millones, tanto en importación como en exportación por medio de la navegación. Un total de USD 12.000 millones al año. “La bajante además afecta a las poblaciones ribereñas que viven de la pesca”, contó, destacando la disminución considerable de la actividad en los últimos años. “También están las actividades inherentes al río, como la provisión de agua para la población, el turismo, el sector agrícola, o los productores de arroz que necesitan mucha agua”.
Contingencia. Pasten habló de los planes de contingencia que podrían recomendarse para “mitigar los efectos de la sequía y garantizar la sostenibilidad del río”, alertando sobre la crisis que representaría no contar con agua para beber.
“Por ejemplo, qué podría hacer la Essap. Buscar una forma en que la toma de agua que ellos realizan para hacer su distribución no se vea afectada por la bajante. Construir opciones”. Otra medida, de acuerdo con el investigador, debe beneficiar a los productores de arroz y suplir la necesidad de agua que necesitan para trabajar. Atendiendo a la posibilidad de que este tipo de eventos ocurran con mayor frecuencia, reiteró sobre la construcción de infraestructura que permita distribuir agua a la población y además resuelva la actividad pesquera. “Si yo soy transportista, ya sé en qué época del año no voy a poder usar el río para navegar. Tengo que tener un plan de contingencia para ir por tierra”, explicó, y añadió que eventualmente esto podría encarecer costos para los usuarios.
Interrelación. Debido a los últimos incendios registrados en el país, Pasten recordó que la bajante es una consecuencia de la sequía, y que ésta a la vez produce incendios. “Debido a que toda la vegetación está seca, cualquier quema que se produzca y que no se pueda controlar causará que toda esa zona seca se incendie”, describió.
Apuntó a las quemas y los incendios como eventos que producen “un daño ambiental terrible”. “Se puede hablar de una interrelación”, señaló. “Todo está relacionado, la sequía con la bajante, con los incendios, con el suministro de agua”. Recordó que existe una insuficiencia en el suministro de agua para la población del Chaco. “Hay gente que no tiene agua para consumo, la están llevando en camiones. Todas las semanas salen camiones y cisternas al Chaco, sobre todo para proveer agua a las comunidades vulnerables, que son los indígenas”. En cuanto al impacto ambiental, añadió que los peces del río inevitablemente tienen que moverse de lugar. “La fauna va a tener que disminuir, porque el espacio es cada vez menor”, describió. “Hoy hay barcazas que no pueden pasar por ciertos cruces debido al calado y la profundidad que necesitan, porque ya no pueden navegar, entonces, se deben usar barcazas de menor calado, y también reducir la carga”. Así, los viajes aumentan.
Sequía. Como apuntan desde el Cemit, la situación del río Paraguay se debe a la sequía severa que afectó a la región en 2021, lo que redujo significativamente la cantidad de agua que fluye por el río. “Estamos muy cerca de alcanzar un nuevo récord mínimo histórico del río Paraguay, lo que requiere una respuesta urgente y coordinada.”, subrayó la institución en un comunicado. Por su parte, el Mades también instó a los proveedores de agua potable a implementar planes de contingencia para asegurar el suministro. “Además, se exhorta a la ciudadanía a hacer un uso responsable del agua”.
Impacto económico. La bajante perjudica las actividades de los pescadores. FERNANDO CALISTRO
Nivel histórico. Con un valor mínimo en sus caudales, la situación del río es crítica.
Desde la escasez puede darse una competencia entre el consumo humano y el consumo para la agricultura. Max Pasten, investigador. DANIEL DUARTE
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