Sheyza murió a principios de esta semana, en el Hospital Regional de Ponta Porã, luego de que la masajista paraguaya Danilda Victoria Ruiz Díaz Suarez, de 43 años, le aplicara hidrogel en una clínica clandestina en Pedro Juan Caballero, Paraguay. La joven fue rescatada pero con la gravedad del caso, fue trasladada a Ponta Porã.
Tesorero de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica Regional MS, el cirujano plástico César Anibal Aguiar Benavides dice que el problema no es nuevo. "He sido presidente de la Sociedad dos veces y debo decirles que este es un tipo de situación que hemos enfrentado durante al menos 10 años".
Para la Sociedad, la falta de aclaración por parte de los pacientes o la atracción por el bajo precio es lo que impulsa a los brasileños a cruzar la frontera. “Los pacientes salen de aquí para Bolivia o Paraguay para someterse a procedimientos estéticos, lo que llama la atención son las promesas de resultados, los escollos que llegan a través de internet, muchas veces prometiendo algo que es una imagen trabajada”, destaca el médico.
La mayoría de los casos, según la Sociedad, involucran a profesionales que no son cirujanos plásticos, sin formación, que realizan procedimientos en lugares con mínima seguridad. En la situación específica de Sheyza, el procedimiento fue la aplicación de un hidrogel. “Es un nombre que se desarrolló para reducir y mitigar los efectos negativos que esta sustancia, el polimetilmetacrilato, también conocido como PMMA, ha provocado en los últimos años”, apunta Benavides. "Profesionales inescrupulosos utilizan grandes cantidades de este producto bajo el lema de la cirugía plástica contundente", añade.
El hidrogel se utiliza para el llenado e hinchazón de las nalgas y los muslos y puede provocar reacciones intensas. “Puede convertirse en una necrosis cutánea y, en el peor de los casos, entrar en la circulación y provocar la muerte del paciente por embolia”, explica el cirujano.
En muchos casos, no puede pasar nada de inmediato, lo que no significa que el paciente haya salido ileso del procedimiento. “Puede ser que años después este producto empiece a migrar y endurecerse. No es porque no duela inmediatamente después de la aplicación que no va a causar nada en el futuro. Esta sustancia es una bomba de tiempo”, enfatiza Benavides.
Los cirujanos plásticos más experimentados, según la Sociedad, ni siquiera están de acuerdo con el uso permitido en pequeñas dosis.
A los ojos de los expertos, el perfil de la víctima revela lo atractivos que han sido los anuncios, especialmente en las redes sociales. "La mayoría de los pacientes son más jóvenes como esta chica y un mientras hace 24 años que fue a buscar una lipo, tuvo una embolia y murió".
La orientación, según Benevides, es buscar un profesional acreditado ante la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica. “E investiga, investiga las referencias del profesional al que le vas a dar la vida, porque cuando te sometes a procedimientos quirúrgicos estás dando tu vida. Todo procedimiento está en riesgo”, advierte.
El médico también dice que los pacientes necesitan conocer los riesgos y no solo recibir el "lado florido" del tema y no dejarse seducir por una imagen.
Respecto al trámite que se desarrolla al otro lado de la flota, César Benavides lo califica de complicado porque no hay forma de bloquear la actuación de estos profesionales. "Los pacientes necesitan reportar estas medidas, un médico de otro país no puede reportarlas. Es necesario reportarlas a los órganos regulares del país vecino".
La población puede buscar fácilmente si el profesional es miembro de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica a través del sitio web de la propia entidad . Simplemente ingrese el nombre del cirujano (parcial o completo y sin acento) o el estado a buscar.
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