Sosa deberá comparecer ante la sede 2 de la Fiscalía Zonal de San Lorenzo, el jueves 19 de septiembre. La convocatoria fue bajo apercibimiento de que será llevado por la fuerza pública, en caso de incomparecencia que no esté debidamente justificada, de acuerdo al documento firmado por la fiscala Nohl, quien tiene a su cargo la investigación por homicidio culposo y producción de riesgos comunes.

ANTECEDENTES

Los antecedentes del caso revelan que el abogado Oscar Brítez Argaña, en representación de la firma Novex SA, presentó denuncia contra personas innominadas por los hechos punibles de homicidio culposo y producción de riesgos comunes.
Explicó que el 7 de febrero pasado, a las 17:00 horas aproximadamente, se registró la explosión de una garrafa que contenía amoniaco, un gas altamente tóxico, el cual provocó la inhalación de aproximadamente 30 trabajadores del local, que fueron derivados y atendidos en la Clínica Ingavi del Instituto de Previsión Social.

“Lastimosamente, fallecieron tres compañeros de trabajo”, refirió el abogado en su presentación.

Brítez explicó que el amoniaco fue proveído por la firma SOSA & ASOCIADOS, que es el único proveedor en el país. Para sustentar esta afirmación, agregó al escrito las facturas correspondientes.

“La provisión del amoniaco y la ubicación de las garrafas no tenía nada que ver con la fábrica de embutidos, sino que era para la instalación de una fábrica de hielo en el lugar, que aún no se había terminado de construir, por lo que no se había procedido a maniobrar con ninguna de las garrafas para cargarla a alguna cañería”, manifestó el abogado, que además presentó fotografías publicadas por medidos de comunicación que corroboran lo relatado en la denuncia presentada.

“GARRAFAS NO FUERON MANIPULADAS”

“Es importante señalar que las garrafas no estaban siendo manipuladas por ninguna persona en el momento de la explosión, tampoco tenían ninguna manguera conectada a las mismas y las llaves de estas estaban cerradas”, añadió Brítez en el escrito radicado ante el Ministerio Público.

Insistió en que a simple vista y según las fotografías que son de público conocimiento a través de los medios de comunicación, se puede verificar que la garrafa que explotó es muy antigua, “de lo cual se presume que pudo haber sido la razón del accidente, debido a que se encontraría obsoleta, por lo que se sospecha que las garrafas ya perdieron su vida útil”.

“Por esta razón, creemos importante determinar si estas garrafas se encontraban en condiciones de ser operadas, cargadas y si fueron sometidas a alguna inspección visual y técnica del estado en que se encuentra por parte de los proveedores”, enfatizó el abogado en la denuncia. Agregó que también es importante saber si las garrafas cuentan con alguna identificación, número de serie o código que indique su origen y la antigüedad del envase, como la fecha de fabricación y laguna precinta de certificación para su uso.

GARRAFAS ANTIGUAS

El abogado explicó que también se abrió una causa en la unidad especializada de delitos contra el medio ambiente, en donde técnicos de dicha dependencia se constituyeron en el lugar del hecho y verificaron las garrafas y realizaron el análisis y conclusiones. Es así, que uno de los técnicos Joaquín Escribá, apuntó a la antigüedad de los balones o garrafas de amoniaco proveídos por empresa SOSA & ASOCIADOS.

“Esta información nos alerta de una situación sumamente delicada, que consiste en la utilización de garrafas obsoletas que son potencialmente peligrosas y que son utilizadas por la empresa proveedora, por lo que el Ministerio Público, ante la gravedad de esta situación debería allanar las instalaciones de la firma, a los efectos de verificar todas las garrafas existentes en el lugar, verificar específicamente las fechas de fabricación de los balones, de manera a determinar si es común por parte de la empresa utilizar garrafa de mucha data”, añadió el letrado, quien propuso una serie de diligencias al Ministerio Público.

El Observador