“Este cierre de la frontera fue una mera acción política. Nunca dejaron de pasar los paraguayos al lado de Brasil para trabajar. Hicimos una barrera sanitaria y pasaban entre 600 y 900 motocicletas y autos de Paraguay al lado brasileño”, ya había declarado días atrás.

Añadió que, supuestamente, Paraguay nunca aportó datos de la pandemia y que “se encerró, no compartió, nos aisló, la policía trató muy mal a los propios paraguayos, la policía era truculenta”, afirmó inclusive el intendente de la vecina Ponta Porâ.

“¿Qué sentido tiene abrir ahora? ¿Qué datos tienen para ofrecernos y decir ‘ahora estamos seguros’? Cuando quisimos conversar, cuando quisimos confirmar los números (de la pandemia), compartir información y tener una estrategia única (ya que somos una ciudad –PJC/Ponta Porâ), la Secretaría de Salud de Paraguay fue extremadamente poco elegante y desagradable. Hace unos días vinieron a pedirnos que hiciéramos un convenio para prestar UTI”, añadió Peluffo sin ahorrarse nada.

También hizo cuestión de aclarar que sí, de este lado, el sector comercial realizar alguna promoción de ventas, él mismo pedirá a la Receita y Policía Federal para confiscar todo lo comprado por los brasileños en suelo paraguayo.

Sostuvo que el comercial legal disminuyó poco, pero añadió que el comercio ilícito fue “infinitamente superior”

“¿(Los paraguayos) Tienen un proyecto de bioseguridad que pueda garantizar la tranquilidad de la población en esto? Hay una serie de cosas que nos preocupan”, finalizó Peluffo.