El Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora del Banco Central reportó subas con su principal impacto sobre las hortalizas, frutas y carnes. El tomate alcanzó un precio récord de G. 27.200 a mediados de la semana pasada, registrando una variación del 50% en un solo mes. Otros productos, como la lechuga y la cebolla, también subieron significativamente, el 39% y el 22%, respectivamente.

En promedio, los productos frutihortícolas incrementaron su precio un 20% solo en el mes de abril, con una incidencia del 83% en el resultado mensual. Desde octubre del 2023 hasta abril del 2024 se está acumulando una variación del 52% según los datos del BCP, aunque si se excluye del análisis de inflación a los rubros volátiles, se observa una reducción en la inflación de alimentos, lo que mantiene la expectativa de cerrar el año con una inflación general cercana al 4%.

Carlos Fernández Valdovinos.  Senado

Este mediodía, Giménez realizó una conferencia de prensa para explicar que los artículos como el tomate seguirán caros hasta inicios de junio porque la producción local no será importante. Del millón de kilos que pretendía producir se cosecharán solo de 80.000 a 100.000 kilos, de acuerdo a los cálculos del MAG.

Esa gran reducción de la producción se debe al calor y a la dependencia que tiene el consumo local del tomate argentino. En el país vecino también están pasando por un momento complejo en el campo y los tomates y hortalizas ven cómo se disparan sus precios.

Giménez culpó a las trabas en la comercialización, incluso al contrabando, y a los "abusos" de los mayoristas que fijan los precios. "Tenemos que admitir que se abusa también porque hay poca oferta del producto nacional", dijo el titular del MAG, que pidió a los consumidores resitir en los meses "difíciles" por venir.  

Supuestamente en junio los productores de Paraguarí, Caaguazú, San Pedro y otras zonas recibirán asistencia en tecnología y crédito para repuntar la cosecha. Respecto a otro producto fundamental que también está caro, la cebolla, Giménez explicó que la dependencia de las importaciones también están pasando la factura y ese fenómeno se complejiza más porque los programas que se desarrollaron desde el Estado siempre terminaron fracasando.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ubica a Paraguay entre los países con mayor proyección de crecimiento económico para 2024 en América Latina, con un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,8%. La inflación cerraría el año con un 3,8% acumulado y un aumento para el siguiente en torno al 0,2%.

En paralelo, la suba de precios se va resintiendo más en los sectores populares porque los ingresos son bajos y el empleo formal es reducido dentro del sistema laboral. El salario mínimo es de G. 2.680.373 y en muchos casos esa retribución suele ser un tope y no un piso.

LPO