El Fiscal Itálico Rienzi, quien actualmente enfrenta un sumario por maltratos y ausencias reiteradas, ha sido incluido en la terna para ocupar un puesto como Juez de Sentencia Especializado en Delitos Económicos. Esta nominación ha suscitado una ola de críticas y cuestionamientos sobre la integridad y los criterios de selección en el sistema judicial.
Rienzi, a cargo de la Unidad Penal N° 5 en Fernando de la Mora desde 2015, ha sido acusado por sus propios funcionarios de crear un ambiente laboral tóxico, caracterizado por el maltrato y la falta de respeto. Además, se le reprocha una gestión deficiente, evidenciada en reasignaciones arbitrarias de personal y una distribución laboral caótica.
La gota que colmó el vaso fue el incidente del pasado 11 de octubre, cuando una funcionaria embarazada sufrió un ataque de pánico y un desprendimiento de placenta, provocados por la presión y el trato hostil de Rienzi. Este suceso alarmante llevó a una denuncia formal y la apertura de un sumario administrativo por parte de la Fiscalía General del Estado.
Pero las acusaciones no se detienen ahí. Según testimonios y pruebas recabadas, incluyendo capturas de pantalla de un grupo de WhatsApp, Rienzi habría estado operando desde su hogar, delegando responsabilidades y exigiendo a sus subordinados que lo “despierten” para asuntos urgentes, una conducta que cuestiona su compromiso y ética profesional.
Aun más preocupante es la acusación de que Rienzi habría obligado a sus funcionarios a pedir coimas y a participar en esquemas de recaudación ilícita, lo que pone en duda su idoneidad para ejercer cualquier cargo dentro del sistema de justicia.
La decisión del Consejo de la Magistratura de incluir a Rienzi en la terna para juez, a pesar de su puntaje inferior a otros candidatos y las serias acusaciones en su contra, ha levantado suspicacias.
¿Qué mensaje se está enviando sobre los estándares de conducta y ética esperados en el sistema judicial?
El caso de Rienzi no es solo un asunto individual, sino un reflejo de los desafíos y deficiencias que enfrenta la justicia en nuestra sociedad. Es imperativo que se realice una investigación exhaustiva y transparente, y que se tomen decisiones basadas en la integridad y el mérito, para restaurar la confianza en nuestras instituciones judiciales.
Fuente: ABC Color
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