Se trata de Edgar Noel Saavedra y Rodrigo Suares a quienes se le aplicó la suspensión de la ejecución en el sentido del grado de responsabilidad y ante la búsqueda de la reinserción en el futuro. Es la primera condena por este tipo de ilícitos, refiere el informe institucional del Ministerio Público.
Según los antecedentes, los ahora condenados montaron una granja como supuesta fachada, y se conectaron de manera directa a una línea de distribución de energía eléctrica de la ANDE, a fin de producir la moneda digital de manera ininterrumpida.
El daño patrimonial producto de la conexión clandestina fue de casi G 4.000 millones.
El Ministerio Público estuvo representado por el fiscal Rolando Ortega, quien asumió la causa luego de varias inhibiciones de sus pares.