En la tarde noche del martes 9 de julio del 2019 Alcibiades Desiderio Ayala Coronel, su esposa Francisca Nidia Núñez Romero, y sus nietos, de 8 y 10 años, llegaban a la estancia familiar Taguató (Mariscal Estigarribia, Chaco). Viajaron de Asunción, a pedido de los chicos, que disfrutaban al máximo de la vida campestre.

Llegaron de sorpresa, como casi siempre, recordarían familiares de las víctimas del horrendo crimen.

Pero esta vez la sorpresiva visita, coincidía con que el capataz de la estancia, Vicente Ramirez, junto a otros hombres, estaban prestos para cargar (robar) animales vacunos para comercializarlos en Concepción.

Nadie sabe el tenor de la conversación entre el dueño y su capataz. Pero sí que éste asesinó a balazos de una escopeta calibre 12 a don Alcibiades, primero, luego a su esposa Francisca.

Casi al mismo tiempo, según datos recogidos por la Fiscalía, uno de los hermanos Vera Medina, disparó contra la niña, que quedó herida pero con vida. Ahí el criminal la remató con un disparo por la espalda que atravesó su corazón.

El niño, que estaba a una distancia un poco mas lejana que el resto, y que vio horrorizado cómo mataban a su familia, corrió hacia un pequeño monte, con el afán de huir del lugar.

Pero fue seguido por Ramirez, quien con una pistola calibre 22, le disparó y acertó en la nuca, muriendo al instante.

Lo demás fue meter los cadáveres en una cámara séptica, atender llamadas de familiares que intentaban comunicarse desde la capital, diciendo que todo estaba bien, además de completar el “trabajo” de robar los animales y mandarse mudar. Al final la policía detuvo a los implicados en el hecho.

EL JUICIO

Por este crimen atroz, mañana debe iniciar el juicio oral para los acusados por el cuádruple homicidio.

Enfrentarán acusación: Vicente Ramírez (capataz)Elizabeth Duarte, Ricardo Ramírez (abogado), y los hermanos José y Carlos Vera.

El Ministerio Público pedirá la pena máxima establecida en la ley penal. La crueldad, saña y sangre fría como se perpetró, ameritan la máxima penalización.

Los hermanos José y Carlos Vera, otros de los complicaos en el crimen.